jueves, 15 de agosto de 2013

El amor


Se me antojan eternos todos esos momentos a tu lado,
Aquellos besos que en la oscuridad de la noche me dabas,
Con tan sólo un testigo, la luna, nuestra más fiel amiga.

Todo tiempo se tornaba breve, en cada beso ¡ay esos besos!
Dulces, sinceros, apasionados ¡pero a su vez palpitantes como el rugir de las llamas!
Que en este corazón ahora arden, ¡de pasión, de pena, de sufrimiento ahogado!.


La más cruel de las desdichas sobre nosotros cayó, separarnos y
nuestros cuerpos alejados por el infortunio de la vida,
¡pero no tal suerte corrieron nuestras almas!, que valientes se apresuraron a encontrarse.


¡Ven a media noche amor mío! Quédate a mi lado, ámame desde el silencio,
ese que tú y yo conocemos, ¡y que tan suave bálsamo nos prodiga!,
entonces y sólo entonces, antes de que me de cuenta ¡me susurrarás al oído cuanto me has querido!.


Se llena de júbilo mi alma al sentirte, al tocarte, al acariciarte…
Más no serán esas mis últimas palabras, sino otras, que al pensarlas un instante,
¡me estremezco! ¡oh sí ese torbellino que recorre mi ser! Que no cesa, que se enfurece, que a veces se muestra manso, pero otras ruje sin piedad ¡ante la soledad de este corazón herido por tu partida!


No existirán sobre la faz de la tierra, otras almas que se amen tanto como las nuestras,
ni tampoco nadie que ose romper lo que ahora se hace fuerte,
¡ni la mismísima muerte acabará con lo que un día floreció ante nuestros ojos!.


sábado, 11 de mayo de 2013

Ese nombre era el tuyo


Sobran las palabras al pensar en ti, las miradas hablan solas,
Los gestos son cada vez más intensos, eres pura armonía, un sin fin de emociones. Pues tú mujer con tu luz, con tu ternura, ¡con esa fuerza que desprendes! has sembrado en mi la ilusión de tenerte, de besarte, de abrazarte… ¡de hacerte mía!.
Pues no hay nada más bello que tu risa, esos ojos clavándose sobre mis pupilas, ¡ay mujer! Lo que yo daría por un beso… ese leve roce que provocará en mi alma la mayor de las sensaciones.
Me estremezco al recordar esas noches en las que en mi interior un nombre se repetía, al compás de un dulce murmullo que provocaban tus susurros, a lo lejos, llamándome.
El rugir de las olas, el soplar de ese viento que remueve por dentro… así eres tú ¡oh mujer! Sólo tú desatas tempestades en mi interior, apaciguando mis noches oscuras, llenando de esperanza un destino que lleva tu nombre, ¿no es cierto que el sol nace cuando tu amaneces?... ¡ven y dímelo! 

lunes, 28 de enero de 2013

Para mi verdad hecha mujer

 Era tal el silencio de nuestros labios, que en aquel preciso instante,
nuestras miradas se cruzaron fugaces, pero intensas
 ¡que al recordarlo me emociono!.

Pues ningún verso, ninguna letra, ¡nada puede describir ese momento!...
mi pensamiento en ti se hallaba,
de reojo, incesantes miradas nos prodigábamos, 
simultáneamente movíamos inquietas nuestras manos,
taciturnas nuestras cabezas, inmersas en el deseo de abrazarnos, 
besarnos, ¡culminar por fin este amor! que crece en nuestras almas, 
que nos arrastra, nos guía y nos une apasionadamente.

Más nunca he sentido amor, creía encontrarlo en simples desahogos, 
hasta que de repente, ¡como un rayo, como una luz, como un vendaval! 
¡arrasó mi corazón tu ser, tu esencia, tu ternura, tu todo!

Adorarte es poco, venerarte se acerca, 
tan sólo a ti quiero entregarme,
y así consumirnos, deshacernos, desgastarnos,
fundirnos, mi dulce delirio, tu y tan sólo tú.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Feliz Navidad (L)

Una mirada de ilusión, un corazón que espera, una noche magica... ¡que no cesen las esperanzas! pues en lo pequeño se encuentra la grandeza, del amor, de la amistad, de la ternura, del compartir, de la verdad. Cuando algo es verdadero y le encuentras sentido entonces y sólo entonces dentro de ti, de tu corazón de todo tu ser sientes paz. ¡No dejes de seguir esa luz que ilumina tu camino! hállala en esa sonrrisa, en ese gesto, en esa palabra ¡feliz navidad! :)

domingo, 10 de junio de 2012


¿Eres tú su alegría? pregunté, pero no hallé más respuesta que su silencio. 
¿es ella tú felicidad? pero tampoco respuesta encontré 

¿Es ella quien te besa y te abraza en las noches más sombrías? y el silencio se hizo de nuevo.

Permíteme señorita decirle ¡que jamás yo la he olvidado! podré mostrarle el amor en su puro estado, un beso...¡ y el corazón se habrá encandilado!

No quisiera yo con esto incomodarla, sino más bien decirle que no existe mujer que logre alcanzar su gracia. 

Si al término de este verso no ha hallado tal beso, recuerde que hubo alguien que si la quiso y que tomó de su rostro la dicha de unas rimas que intentan ser su antología



MrCs

domingo, 12 de febrero de 2012

Por siempre tú

Dime, ¿qué hay más bello que verte amanecer? no hay lucero en el alba ni tan siquiera en la noche, que pueda igualar tu hermosura.
Es el  sonido de tu risa que me envuelve, es el perfume que desprende tu pelo al moverse,
son tus preciosos ojos verdes que me buscan en la distancia.
Es la verdad hecha mujer, tú mi vida, la única que me ha hecho desentrañar la más absoluta de las pasiones, de las emociones, y tan solo con un gesto que jamás se borrará de mi pensamiento, de mi recuerdo.
Será el día, serán las horas, será el tiempo que cada día me recuerda que no estás, pero yo sigo teniendo tu imagen tan nítida en mi retina si cierro los ojos creo poder tocarte.

Porque aunque parezca imposible yo siempre te estaré esperando

sábado, 24 de diciembre de 2011

Te esperaré como flor a su rocío,
te extrañaré aún sabiendo que no eres mía,
pues en estos versos encuentro el estío,
bramando libre se hallará mi corazón este día.

Rozando levemente cada suspiro que ahora se pierde,
¡sí! pues no estás para sentirlo, la melodía del atardecer suena sin cesar,
fuerte, exaltada, fugaz, ¡como tú!.

Largas son las madrugadas desde que las estrellas no muestran tu nombre,
pero a pesar de la oscuridad siempre hay algo que despierta tenuemente la verdad.