La pasión de tu manos se enredaba con mi pelo... el ansia de tenerte se hacia cada vez más presente, ¡no era yo! sino la pasión embravecida, esa que te quita el sueño que te hace sentir viva...
¡Espérame cada amanecer! no dejes de sentirme a tu lado ¡pues yo no lo haré! susúrrame al corazón y déjame oir que dicen tus palabras al verme cerca de ti.
No desistas vida mía, no dejes que los ruidos atormenten tu alma, te regalaré un beso cada noche, y te esperaré cada día de mi vida... tan sólo para poder decirte que eres tú mi musa más perfecta, el verso que se escapa entre mis dedos, el suspiro que no cesa de recordarme que vives en mi eternamente.
Tus ojos son mi guía, tu nombre el sentido de cada poema, el delirio que cae a borbotones cuando te veo a lo lejos...
Tenerte no es un sueño, es un deseo, una espera que se mantiene firme al saber que tú también lo haces.
¡No temas! yo seguiré contigo.