domingo, 10 de junio de 2012


¿Eres tú su alegría? pregunté, pero no hallé más respuesta que su silencio. 
¿es ella tú felicidad? pero tampoco respuesta encontré 

¿Es ella quien te besa y te abraza en las noches más sombrías? y el silencio se hizo de nuevo.

Permíteme señorita decirle ¡que jamás yo la he olvidado! podré mostrarle el amor en su puro estado, un beso...¡ y el corazón se habrá encandilado!

No quisiera yo con esto incomodarla, sino más bien decirle que no existe mujer que logre alcanzar su gracia. 

Si al término de este verso no ha hallado tal beso, recuerde que hubo alguien que si la quiso y que tomó de su rostro la dicha de unas rimas que intentan ser su antología



MrCs

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