Mirada perdida en el firmamento, un sentimiento que emana, una ilusión que no cesa, una sonrisa que tan solo se hace cierta al tacto de tu presencia, un corazón que te espera, una voz que te llama cada madrugada ¡dime cuando podré mirarte! si podré tenerte... ¡que no tenga que inventarte!.
Sin saberlo lo supe... sin quererlo te deseo. Preguntándole al reloj cuando podré verte, tocarte, abrazarte, besarte... dándome cada vez más ¡no importa el riesgo! si es a ti a quien quiero.
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