sábado, 15 de enero de 2011

Intenso fue aquel roce con tu cuerpo,  poesía fue mirarte fijamente y encontrar esa parte que ahora se hace mía, escuchar cada palabra que salía lentamente de tus labios era algo más que una melodía, un verso perfecto que me ha dejado  eternamente sorprendida...
Un abrazo que escondía aquello que buscaba, el tiempo se detuvo, nuestras almas se unieron, la verdad se hacía presente, nadie más que tú y yo por testigos, ¡silencio! siéntelo entrar... es como una brisa que envuelve y acompaña, como un susurro en la madrugada, como una luz como un destello  que estremece al  alzar el vuelo... y el amor apareció entre nosotros...

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