Hoy me atreví a soñarte a creer que te tenía entre mis brazos, todo era perfecto pues estabas a mi lado. Las miradas perdidas, el amor reinaba en nuestros corazones, nada importaba, sólo tú y yo para siempre... en la inmensidad de lo profundo en la verdad de lo eterno. Sí, así me siento al dejar atrás la cobardía, el miedo a saber que en realidad no te tengo, que tan sólo eres un sueño, pero hay sueños que se hacen realidad al paso del tiempo, con el deseo de quien cada día se entrega, de quien sin dudarlo lo da todo sin esperar nada, pues el secreto de lo verdaderamente esencial reside ahí.
Si la luna no brillase como ahora, empezaré a pensar que eres tú la que brillas en su lugar, pues lo perfecto eres tú, lo bello eres tú, y cuando la sencillez y la elegancia se unen dan a alguien como tú, maravillosa y perfecta. Contigo sin estar, siempre me tendrás aquí.
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