Es a ti a quien escribo, pues siempre has estado ahí, cuidando todo detalle, siendo fiel a tus palabras, esos momentos a tu lado, innumerables, pasan día tras día por mi recuerdo. Aunque a veces los sinsabores del enfado hayan estado presentes, o estos pudiesen separarnos, yo siempre he sentido que estabas conmigo, me conoces palmo a palmo, sólo una mirada y ya no hace falta nada más. Sentir que no siempre puedo decirlo, quizás tampoco demostrarlo, no quisiera que te fueses sin haber leído esto, pues te estoy confesando algo que vive en mi desde hace mucho tiempo, quizás más del que imaginas... Es la paz la que me envuelve al estar a tu lado, es la seguridad de saber que al mirarte obtendré siempre respuesta, que nunca las palabras serán más que lo que las miradas expresan. Es duro tenerte lejos, no de cuerpo sino de alma, eres quien yo buscaba y siempre te he tenido tan cerca. Temer ante la verdad que se presenta al hablarte, intentar que no sepas lo que realmente estoy sintiendo, es un todo para mi.
Aunque el tiempo haga esperar mis palabras, aunque la vida no me lleve hasta ti, no olvides nunca que yo siempre te he querido, y aquí seguiré a pesar de lo que designe nuestro destino.
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