¡envidia la luna tu belleza!
Una noche de lluvia de estrellas,
encontré tu luz, deseando que al otro lado estuvieras tú.
Te espero en cada sueño, te extraño en cada beso,
no es el silencio mi verdugo, ni tampoco el olvido,
es aquello que no espero cuando te hablo, al decírtelo en la distancia, pero como un susurro al oído.
Un abrazo que te arropa cada día, una sonrisa que no cesa, ¡pues es por ti vida mía que mi fuerza no encuentra final!.
Pues no existe mayor verdad que esta que te voy a contar: "ni aunque cien años pasasen yo te podría olvidar"
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