Y de nuevo esta mañana al despertar, volví a imaginarte a mi lado, pero esta vez con más intensidad; algo había cambiado, la sensación de creer tenerte cerca, aumentaba por momentos, me hizo perder la noción del tiempo. A pesar de que aún no había amanecido, se empezaban a notar los primeros rayos de sol que iluminaban mi habitación, pues sin saber como me iba perdiendo en tu ser, en tu rostro, en tu mirada profunda, en tu sonrisa. ¡tan real y tan palpable! que sentía tu respiración en mis mejillas. Apreté fuerte tu mano y mirándote te dije: ¡jamás te soltaré! y un impulso de abrazarte se apoderó de mi... entonces breve pero apasionadamente besé tus labios sellando así el propósito firme de hacerte feliz.
MrCs
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