Nada oigo a mi alrededor cuando hablo contigo,
ni el canto de los pájaros, ni el bullicio de la cuidad,
nada absolutamente;
tan solo a ti, tu corazón y tu paz.
Pues callando espera, mi corazón
colmado de tu risa alegre,
fugaz deseo, ardiente en el lecho.
¿cuál lecho? ¡sino la pasión que me embarga!
Ella posee vida, tiene la esencia,
la verdad y la armonía
la facilidad innata de hacer sentir,
el carisma, raudal inagotable de poesía.
Habla, y su voz tiene notas,
de alegres melodías.
Llora, y mi alma se estremece
al no poder recoger cada una de sus lágrimas.
Si al caer la noche, tu alma escucha
en la soledad oscura,
un susurro profundo que así dice:
"¡no te olvides vida mía, que yo siempre estaré contigo!"
Quizás me habrás dejado quedarme y jamás querré marcharme
MrCs
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